EL DAÑO DEL IMPERIALISMO EN ÁFRICA



El desarrollo de la Revolución Industrial fue una de las causas principales que provocó el imperialismo del siglo XIX. El crecimiento de la industria y la nueva economía capitalista necesitaban territorios, mercados, materias primas y África se presentó como una tierra inexplorada y rica. Cabe destacar el complejo de superioridad del hombre blanco, que se sentía superior y con el derecho a conquistar. (Aquí)


(Aquí)


Las necesidades del nuevo sistema económico europeo, como conseguir materias primas y fuentes de energía baratas, que en Europa escaseaban, así como la saturación de los mercados hicieron necesario buscar y asentarse en nuevos mercados en los que desarrollarse.

El continente africano fue ocupado y repartido entre las potencias europeas en el siglo XIX. A principios del siglo los europeos solamente poseían algunas factorías costeras o pequeñas colonias. Pero en la segunda mitad una verdadera etapa de exploradores y misioneros recorrieron África, aprovechando el curso de los grandes ríos: Níger, Nilo, Congo, Zambeze y se aventuraron por el Sahara.

David Livingstone (Aquí)


A partir de 1870 las expediciones se multiplicaron y las potencias europeas se lanzaron a una intensa carrera de conquista y colonización de territorios. Los británicos deseaban establecer un imperio de norte a sur, creando una gran franja británica en la fachada oriental del continente con vistas a controlar el Océano Índico. Gran Bretaña obtuvo territorios de gran valor estratégico, como el Canal de Suez, por el que controlaban el paso entre el Mediterráneo y el Mar Rojo hacia el Océano Índico.

Por su parte, los franceses pretendían levantar un imperio de este a oeste del continente africano. Comenzaron por dominar Argelia y desde allí fueron dominando gran parte del norte de África (Marruecos y Túnez), hasta llegar a chocar con los británicos.

El rey de los belgas, Leopoldo II, encargó la exploración de la zona del Congo para levantar un imperio propio y los alemanes se establecieron en África central. Así pues, muy pronto comenzaron a entrar en colisión los intereses de las grandes potencias. Ante esta situación, en el año 1885 Bismarck convocó una Conferencia Internacional en Berlín.

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En la Conferencia se tomaron una serie de decisiones sobre la colonización de África: garantía de libre navegación por los ríos Níger y Congo, establecimiento de unos principios para ocupar los territorios por parte de las potencias, basados en el dominio efectivo con notificación diplomática al resto de las potencias del establecimiento de la nueva colonia. Pero la Conferencia no terminó con los enfrentamientos entre las potencias coloniales. (Aquí)

El duro pasado del África colonial todavía tiene efectos en su economía y es la causa del elevado número de conflictos y guerras que se producen en el continente. La colonización dividió los territorios africanos sin tener en cuenta las diferencias étnicas y culturales que existan en los distintos territorios.

La combinación de una elevada diversidad étnica, la abundancia de recursos naturales y la persistencia de gobiernos dictatoriales ha contribuido a los brotes de violencia que han azotado al continente. (Aquí)



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